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  PRESUPUESTO
Cuando alguien se plantea cubrir una nave, una vivienda unifamiliar o un sencillo garaje con panel sándwich, tarde o temprano aparece la misma duda: “¿Y con el viento qué? ¿Aguanta de verdad o se lo va a llevar la primera racha fuerte?”. Es una preocupación muy lógica, porque hablamos de un material ligero que se coloca en la parte más expuesta del edificio: la cubierta.
El objetivo de este artículo es justo ese: aclarar, con un lenguaje sencillo, cuáles son los principales problemas del panel sándwich con el viento, por qué aparecen y qué puedes hacer para evitarlos desde el minuto uno. La idea no es sembrar miedo, sino justo lo contrario: que entiendas qué hay detrás de palabras como “resistencia al viento panel sándwich” y puedas tomar decisiones con criterio, sin necesidad de ser ingeniero ni técnico.
El panel sándwich tiene una gran ventaja: es ligero. Eso facilita el montaje, reduce la estructura necesaria y permite cubrir muchos metros en poco tiempo. Pero esa misma ligereza hace que, cuando el viento sopla fuerte, el peso del propio panel apenas ayude a mantenerlo en su sitio. Lo que realmente manda frente a la succión del viento son la fijación y la estructura que hay debajo.
Además, el viento no actúa de forma uniforme. Las mayores presiones de succión se concentran en las esquinas, en los bordes y en los aleros y en las zonas donde el aire se acelera al rodear el edificio. Si en esos puntos críticos se ha colocado el mismo número de tornillos y la misma configuración que en el centro de la cubierta, el sistema empieza a ir justo. Es aquí donde nacen muchos de los “problemas panel sándwich viento” que luego vemos en fotos: placas levantadas en los extremos, remates arrancados, aleros deformados.

Por eso, cuando hablamos de viento y panel sándwich no estamos hablando de un material “débil”, sino de una combinación de factores: diseño, cálculo, tipo de panel, distancia entre apoyos y calidad de la instalación. Un panel bien elegido, bien fijado y bien rematado se comporta de forma excelente incluso en zonas muy ventosas. Uno mal planteado puede dar problemas con el primer temporal serio.
El panel sándwich está muy regulado. A nivel europeo existe la norma EN 14509, que define cómo se fabrican y se ensayan los paneles autoportantes de doble chapa metálica con núcleo aislante. Gracias a esos ensayos, el fabricante sabe cuánta carga de viento soporta cada espesor y configuración de panel, y puede elaborar tablas de uso según la separación entre apoyos.
En España, la referencia es el Código Técnico de la Edificación (CTE). Dentro del CTE, el documento DB-SE-AE indica cómo calcular las acciones de viento sobre un edificio: velocidad básica según la zona, influencia de la altura de la cubierta y del entorno (abierto o protegido). Todo esto se traduce en presiones de succión que luego se comparan con la resistencia del panel y de la estructura.
| Norma / Documento | Ámbito | ¿Qué regula? | ¿Qué aporta al Panel Sandwich? |
|---|---|---|---|
| EN 14509 | Europa | Ensayos y requisitos de paneles sándwich, incluida su resistencia a carga de viento | Tablas de carga: qué presión de viento aguanta cada panel según espesor y luz |
| CTE – DB-SE-AE | España (CTE) | Cálculo de acciones de viento según zona, altura y entorno del edificio | Presión de viento de diseño para comparar con la capacidad del panel y la estructura |
Cuando el dimensionamiento, la elección del panel o la instalación no son los adecuados, el viento se encarga de ponerlo a prueba. Los problemas más habituales se repiten una y otra vez, con matices distintos según el tipo de edificio y la zona, pero con patrones muy claros.
Para verlo de un vistazo, esta tabla resume los escenarios más típicos:
| Problema Principal | ¿Qué ve el propietario? | ¿Qué suele estar fallando? |
|---|---|---|
| Paneles levantados o arrancados | Paños sueltos, aleros doblados, zonas “voladas” | Fijación insuficiente o mal calculada |
| Filtraciones con lluvia y viento | Goteras solo cuando llueve “de lado” | Juntas, remates y encuentros mal resueltos |
| Ruidos, vibraciones y crujidos | Golpeteos, chasquidos con viento fuerte | Luces excesivas, tornillos con juego, remates |
| Remates y vuelos dañados | Frentes de panel deformados, chapas levantadas | Vuelos exagerados, rematería débil o escasa |
A partir de aquí, merece la pena detenerse un poco en cada caso.
Es la imagen más llamativa y la que más miedo genera: un tejado de panel sándwich con varias piezas levantadas en una esquina, o un alero que ha volado por completo tras una noche de temporal. Este tipo de daño ocurre cuando la succión del viento en esa zona supera la capacidad de la fijación y del panel trabajando juntos. Primero ceden algunos tornillos, luego la chapa empieza a desprenderse del apoyo y, si la racha es fuerte, el panel se levanta como una tapa.
Lo interesante es que muchas veces el panel que vemos arrancado en un borde estaba perfectamente dimensionado para trabajar en la zona central de la cubierta. El problema no suele estar en el panel en sí, sino en tratar toda la cubierta por igual, sin tener en cuenta que las esquinas y los bordes requieren más fijaciones y un remate específico.
Las goteras que solo aparecen cuando el viento “arrecia” son otro síntoma muy típico. Puede que durante meses la cubierta no dé ningún problema con lluvias normales, y de repente, con un episodio de lluvia oblicua y rachas fuertes, empiecen a aparecer manchas en el techo. Lo que está ocurriendo es que el agua deja de caer verticalmente y, empujada por el viento, busca cualquier mínima debilidad en juntas, remates o perforaciones de la cubierta.
En panel sándwich, estas entradas de agua se dan sobre todo en juntas longitudinales mal cerradas, encuentros con muros, petos o chimeneas donde el remate no protege bien el panel, y tornillos cuyos neoprenos están dañados o mal comprimidos. El panel en sí sigue siendo estanco, pero el sistema de cubierta, que incluye rematería y accesorios, ya no lo es.
No todos los problemas de viento son visibles. A veces el síntoma es sonoro: paneles que crujen, remates que vibran, golpecitos repetitivos cada vez que entra una racha. Suele ocurrir en porches de panel sandwich, cubiertas ligeras o naves pequeñas donde las luces entre apoyos son grandes y la estructura es muy flexible. El viento hace que el panel sándwich trabaje como una membrana, se deforme ligeramente y recupere su posición una y otra vez, generando estos chasquidos.
En otras ocasiones el ruido viene de piezas que no están bien inmovilizadas: remates frontales con poca fijación, tornillos que han cogido holgura con los años o pequeñas deformaciones que dejan un hueco donde antes no lo había. No significa necesariamente que la cubierta vaya a volar, pero sí indica que hay puntos donde el sistema no está trabajando como debería. Con el tiempo, esos movimientos pueden agravar otros problemas, como la fatiga de la tornillería o la apertura de juntas. Daños en remates, aleros y vuelos
Los remates y los aleros son los bordes, y el viento siempre empieza por los bordes. Es frecuente ver cubiertas en las que el panel se mantiene, pero los remates de cumbrera, los frentes de panel o los remates laterales han quedado deformados o directamente arrancados. En cuanto esa primera línea de defensa desaparece, el viento puede colarse por debajo del panel y ejercer más palanca, aumentando el riesgo de levantamiento.
Los vuelos exagerados, muy habituales en porches y marquesinas, también son un punto sensible. Dejar mucho panel en voladizo sin apoyo puede quedar estéticamente atractivo, pero hace que esa franja trabaje muy por encima de lo recomendable cuando llegan rachas fuertes. Un vuelo moderado, bien calculado y acompañado de buena rematería, es perfectamente viable; un vuelo “a ojo”, fijado con el mismo criterio que el resto de la cubierta, es una de las causas más claras de problemas con el viento.

Si miramos con lupa los casos de problemas por viento, casi siempre encontramos varios errores que se han alineado. Uno de los más comunes es no calcular el viento de forma específica para esa cubierta: se da por hecho que “aquí nunca pasa nada”, se copia lo que se hizo en el edificio de al lado o se dimensionan las correas pensando más en el peso del panel que en las succiones que va a soportar. El resultado es una estructura que funciona bien en condiciones suaves, pero que se queda corta cuando el viento se pone serio.
Otro error muy extendido es elegir el panel sándwich únicamente por precio o por estética, sin revisar tablas de carga, sin mirar la altura de la greca ni la luz entre apoyos. Paneles que van perfectos para un garaje pequeño o un porche protegido no tienen por qué ser válidos para una nave alta y aislada. Si a eso le sumamos fijaciones de calidad dudosa, tornillos demasiado cortos o un montaje en el que “se ahorran” fijaciones en esquinas y bordes, el riesgo crece en silencio.
La rematería para panel y los detalles también juegan su papel. Un buen diseño de remates puede compensar muchas cosas; un mal remate puede arruinar una cubierta que, sobre el papel, estaba bien. Remates cortos, solapes insuficientes, piezas sin continuidad o con pocas fijaciones son puntos donde el viento se “agarra” con facilidad. Y si, además, la cubierta no se revisa nunca, los pequeños defectos se convierten en puntos débiles claros con el paso del tiempo.
Para saber cuánto viento puede soportar un panel sándwich, los fabricantes lo someten a ensayos de carga y succión en laboratorio. Se montan tramos de panel sobre apoyos que simulan las correas reales y se aplica presión hasta que aparecen deformaciones o fallo. Con esos resultados se elaboran las tablas de cargas admisibles según el espesor del panel y la separación entre apoyos.
Antes de elegir un panel sándwich para una cubierta expuesta al viento, es fundamental consultar sus tablas oficiales de carga y succión. Cada panel tiene un comportamiento distinto según su espesor, la altura de su greca y la distancia entre apoyos. Las siguientes tablas resumen los valores orientativos más habituales utilizados en obra para garantizar una instalación segura y ajustada a cada necesidad.
| L (m) | 1 Vano | 2 Vanos | ||
|---|---|---|---|---|
| Presión | Succión | Presión | Succión | |
| 1.5 | 281 | 284 | 235 | 235 |
| 2.0 | 208 | 211 | 147 | 147 |
| 2.5 | 157 | 157 | 99 | 99 |
| 3.0 | 116 | 116 | 71 | 71 |
| 3.5 | 88 | 88 | 52 | 52 |
| 4.0 | 68 | 68 | 31 | 31 |
| 4.5 | 53 | 53 | 16 | 16 |
| L (m) | 2 Vanos | |
|---|---|---|
| Presión | Succión | |
| 1.0 | 231 | 248 |
| 2.0 | 105 | 121 |
| 3.0 | 65 | 85 |
| 4.0 | 36 | 54 |
| L (m) | 2 Vanos |
|---|---|
| Presión | |
| 1.0 | 290 |
| 1.2 | 235 |
| 1.4 | 196 |
| 1.6 | 168 |
| 1.8 | 146 |
| 2.0 | 129 |
| L (m) | 2 Vanos | |
|---|---|---|
| Presión | Succión | |
| 1.0 | 254 | 270 |
| 1.2 | 174 | 190 |
| 1.4 | 126 | 141 |
| 1.6 | 95 | 110 |
| 1.8 | 73 | 88 |
| 2.0 | 58 | 62 |
Si quieres minimizar los problemas de viento en una cubierta de panel sándwich, lo primero es que en el diseño se tenga en cuenta dónde está la obra y a qué altura está la cubierta. No es igual una casa resguardada que una nave en un polígono abierto o en una zona muy expuesta.
También conviene elegir el panel sandwich pensando no solo en la estética, sino en espesor, greca, núcleo y calidad del acero. En zonas ventosas o con luces grandes, optar por un panel algo más “serio” suele marcar la diferencia.
Por último, una buena cubierta puede fallar si se ahorra en tornillería para panel sandwich, se improvisan remates o se dejan vuelos excesivos. Y, al contrario: una cubierta correcta, bien montada y revisada de vez en cuando en bordes y esquinas, puede aguantar décadas sin problemas.
Al final, todo se resume en algo muy simple: el panel sándwich funciona muy bien con viento cuando se hace bien desde el principio. Los problemas llegan cuando se trata como una simple “chapa con espuma”, cuando se copia una solución sin calcular o cuando se ajusta el presupuesto a costa de fijaciones, remates o estructura. El viento, tarde o temprano, encuentra esas decisiones.
Contar con paneles sandwich de calidad y con un proveedor especializado te ahorra muchos de esos riesgos. No se trata solo de venderte un material, sino de ayudarte a elegir qué panel es el adecuado para tu zona de viento, qué luz puede trabajar sin problemas, qué tornillería usar y qué remates necesita tu cubierta. Ese acompañamiento técnico, que a veces se ve como un extra, es precisamente lo que marca la diferencia cuando llegan los temporales de verdad.
En Panel Sándwich Plus trabajamos cada día con este tipo de situaciones: cubiertas nuevas en zonas ventosas, rehabilitaciones de tejados que han sufrido daños por viento, consultas sobre cómo reforzar aleros o resolver remates problemáticos. Esa experiencia se traduce en recomendaciones concretas para que tu cubierta de panel sándwich no solo tenga buen aspecto el día del montaje, sino que siga en su sitio, bien sellada y silenciosa, muchos años después. Y, sobre todo, para que la pregunta de “¿se lo llevará el viento?” deje de rondarte la cabeza.

Principalmente por su ligereza, que hace que el peso propio no sea suficiente para resistir la succión del viento. Todo depende de la fijación, el diseño estructural, la elección del panel y los remates.
Los más comunes son paneles levantados, remates arrancados, filtraciones por lluvia impulsada por viento, ruidos o vibraciones, y deformaciones en aleros o vuelos excesivos.
A nivel europeo la EN 14509, que regula ensayos y resistencia de los paneles. En España, el CTE DB-SE-AE establece cómo calcular la presión del viento en una cubierta.
Con una fijación adecuada, refuerzos en esquinas y bordes, una buena elección del panel según la luz y la ubicación, buenos remates y evitando vuelos excesivos.
Sí. Un panel correctamente dimensionado, fijado y rematado puede soportar vientos muy fuertes. Los problemas aparecen en instalaciones mal calculadas o con fijación insuficiente.
Miércoles, 19 de noviembre del 2025
En esta entrada hemos hablado sobre:
Panel Sandwich Cubierta Panel Sandwich Ganadero Panel Sandwich Lana de Roca Panel Sandwich Teja¿Prefieres dejarnos tu petición por correo? Te contestaremos lo antes posible.
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